A caravan of more than 1,500 Honduran migrants moves north after crossing the border from Honduras into Guatemala on October 15, 2018 in Esquipulas, Guatemala. (Photo by John Moore/Getty Images)
As an organization of human rights defenders, we stand in solidarity with the women, children, men and families who are participating in the “Caminata del Migrante” [Migrant Walk] who set foot towards the Guatemala-Mexico border from San Pedro Sula, Honduras, on October 13, and we demand an end to the criminalization of those who have joined this mass exodus.
We demand respect for the international right to migrate and to seek asylum and refuge under domestic and international laws.
We insist that the governments of the region not use repression, violence or force against the people who are fleeing as part of this mass exodus.
We are greatly concerned by the response of the region’s governments to this humanitarian crisis, which they are responsible for creating. It is an attack on forcibly displaced people. This crisis did not begin with the departure of the “Caminata del Migrante.” It is the result of decades of political, economic and military intervention by the United States and of negligence, coups d’état, insecurity, corruption and impunity by Central America’s governments.
The only response to forced migration has been to contain, repress and militarize.
For the reasons above, we strongly reject the rhetoric that criminalizes the mass exodus of families, women, children, men and people who, through this mobilization, seek to escape from the violent and precarious situation to which the governments of their countries have condemned them.
In solidarity with all migrant people of the world,
Pueblo Sin Fronteras
Versión en español
A los gobiernos y los pueblos de Guatemala, México, Honduras y Estados Unidos:
Como organización de defensores de derechos humanos nos solidarizamos con las mujeres, los niños, los hombres y las familias que participan en la llamada “Caminata del Migrante” que salió de San Pedro Sula, Honduras, el día 13 de octubre hacia la frontera con México y exigimos un alto a la criminalización en contra de los integrantes de este éxodo masivo.
Exigimos respeto al derecho internacional a migrar y solicitar asilo y refugio bajo leyes nacionales e internacionales.
Demandamos a los gobiernos de la región a no reprimir, violentar ni usar la fuerza en contra de las personas que huyen de la violencia en éxodo masivo.
Vemos con preocupación la respuesta de los gobiernos a esta crisis humanitaria que ellos mismos han sido responsables de crear. Es un ataque a las personas forzosamente desplazadas. Esta crisis no inició con la salida de la Caminata del Migrante. Es el resultado de décadas de intervención política, económica y militar de los Estados Unidos y de negligencia, golpes de estado, inseguridad, corrupción e impunidad de parte de los gobiernos de centroamérica.
La única respuesta a la migración forzada ha sido la contención, la represión y la militarización.
Por todo lo anterior, rechazamos enérgicamente la retórica de criminalización del éxodo masivo de familias, mujeres, niños, hombres, y toda persona que con su movilización buscan salir de una situación de violencia y precariedad a la que los han condenado los gobiernos de sus países.
En solidaridad con los pueblos migrantes del mundo,
Pueblo Sin Fronteras
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