Versión en inglés aquí.
Esta semana marcó el inicio del decimoquinto aniversario del Mes de la Herencia Hispana. Es un mes conmemorativo durante el cual los Estados Unidos celebran la diversidad, el patrimonio y los logros de los hispanos y latinoamericanos.
La comunidad hispana y latina que conozco es vibrante y próspera—a través de nuestras ricas historias y cultura, profundamente arraigadas, y a través de una fe inquebrantable en el Sueño Americano— mantenemos el legado de nuestra nación como un faro de oportunidad para todos. Nosotros impulsamos la economía con nuestros talentos empresariales, enriquecemos las artes y las humanidades y hemos tenido un impacto duradero en la defensa de los ideales más preciados de la nación, liderando el camino para el progreso social y político.
No cabe duda de que como comunidad enfrentamos un gran reto ante la administración Trump, pero somos un pueblo resiliente y nuestra voz colectiva es poderosa. ¿Y qué mejor manera de celebrar esta gran verdad que aprovechar nuestro tremendo potencial para influir en la política registrándonos para votar? Ante los constantes ataques, no podemos permitirnos dejar nuestro poder sobre la mesa.
La presidencia de Donald Trump está marcada por actitudes y políticas que hacen caso omiso de nuestras contribuciones y deshumanizan a nuestras comunidades. Esto fue muy claro desde el día en que anunció su candidatura presidencial, atacando inmediatamente a los mexicanos como criminales y violadores.
Mientras aún estaba en la campaña electoral, el candidato Trump una y otra vez degradaba y reprochaba los congresistas, jueces y periodistas de ascendencia latina. Y luego de perder el voto popular, acusó falsamente a millones de personas de votar ilegalmente en su contra e incluso creó una comisión para investigar si hubo fraude electoral, la cual se disolvió sin nada que mostrar por ello porque no tenía evidencia de esto.
Mientras tanto, las declaraciones y políticas de Trump se han vuelto más incendiarias y racistas bajo su presidencia ignorante.
Apenas diez días antes de que el Presidente proclamara el Mes de la Herencia Hispana el año pasado, su administración anunció planes para terminar la iniciativa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), poniendo en peligro las vidas de más de 800,000 Dreamers. La administración Trump luego procedió a terminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para individuos de El Salvador, Honduras y Nicaragua, lo que resultó en la pérdida de estatus para 250,000 inmigrantes que han estado viviendo y trabajando legalmente en los Estados Unidos durante aproximadamente 20 años y son padres de más de 246,000 niños nacidos en Estados Unidos. Y aunque la administración espera que la gente olvide su cruel decisión de arrebatar a más de 2.600 niños de los brazos de sus padres en la frontera sur, hoy en día más de 400 niños permanecen separados, entre ellos niños menores de 5 años. Y la semana pasada la administración propuso una regla que espera que le permita encarcelar a los niños con sus padres por tiempo indefinido, en lugar de separarlos.
Y ahora sabemos que Donald Trump manipuló el proceso presupuestario para desviar casi $10 millones en fondos que originalmente eran asignados a la respuesta de huracanes para poder continuar así su abuso racista contra las familias inmigrantes. Esto sucedió pocas horas después de haber dicho que la respuesta al huracán María “fue un éxito increíble no reconocido” y luego de hacerse público que la agencia FEMA bajo su administración solo aprobó 75 de las 2,431 solicitudes de asistencia fúnebre para las víctimas de María. Trump ha demostrado en repetidas ocasiones su desprecio por los puertorriqueños al reclamar al público estadounidense que María no era una “catástrofe real” y lanzó rollos de papel toallas como si estuviera jugando baloncesto, como si eso fuera suficiente para remediar la falta de asistencia real por la cual su administración era directamente responsable. Desde entonces, miles de puertorriqueños desplazados han llegado a la parte continental debido a la respuesta criminalmente negligente y moralmente corrupta por parte de la administración a la enorme devastación que dejó María, y como resultado murieron cerca de 3.000 ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico—una cifra que Trump cuestionó de manera vergonzosa.
En temas relacionados a inmigración a Puerto Rico a justicia criminal y el derecho al voto, la administración de Trump ha tomado medidas en oposición directa a nuestros intereses compartidos. Y aunque la administración de Trump puede continuar ignorando nuestro sustento, vilipendiarnos y deshumanizarnos, nunca disminuirá nuestro sentido de valor propio. Somos más grandes y más decididos que su insensible indiferencia hacia nuestro dolor y sufrimiento.
Es el momento para cambiar nuestro liderazgo.
Este Mes de la Herencia Hispana, lo celebraremos recordándonos unos a otros las acciones de todos los funcionarios electos que nos trataron como ciudadanos de segunda clase bajo el mandato de Donald Trump y haciendo planes para votar solo por aquellos que tienen nuestros mejores intereses en mente.
La razón por la cual celebramos el Mes de la Herencia Hispana cada ano es para recordarnos de nuestro legado de perseverancia frente a la adversidad, luchar y asegurar el éxito para nuestras familias y comunidades en el futuro. Y ese legado seguirá vivo a toda costa.
Es por eso que, en este ciclo electoral, estamos viendo una cantidad sin precedentes de latinos postulándose para cargos públicos. Pero esto no es suficiente. Si no nos registramos para votar, nunca podremos responsabilizar a la administración de Trump.
El Día Nacional para Registrarte a Votar es el 25 de septiembre, y es la oportunidad perfecta para hacer escuchar nuestra voz y demandar líderes que reconozcan nuestras tremendas contribuciones a esta nación. No dejemos pasar esta ocasión. Nuestra comunidad merece líderes que estén firmemente comprometidos a luchar y proponer medidas que nos abran puertas para que podamos desarrollar todos nuestros talentos y ser exitosos, que nos traten con respeto y dignidad, y así continuar con nuestro legado para construir un futuro mejor y más próspero.
Unidos, superaremos las constantes amenazas de Donald Trump y sus aliados.
Pa’lante.
***
Rafael Medina es el Senior Media Coordinator para el Center for American Progress Action Fund.