Desde Hondruas…
Barbarismo militar
El gobierno de Juan Orlando y su ambición de poder no tienen limite. Lo demostraron. Son capaces de todo por mantenerse en el poder, por conservar el poder, por imponer su poder. Su ambición va más allá de los niveles humanos, su bestialidad es insuperable.
A pocas horas del caos que ellos mismos impulsaron, infiltrando gente mala en las marchas de la dignidad, para después instalar el estado de sitio o toque de queda, ahora la policía militar, la policía cobra y el ejercito se ensañan con la gente en las calles. Los niveles de represión son increíbles, la crueldad militar impensable y la insensibilidad social sorprendente.
Sorprende la cacería tan efectiva que tienen ahora con el amparo del toque de queda y es estúpido que no lo hayan hecho antes cuando los saqueos en la ciudad de San Pedro Sula y El Progreso, sin duda alguna la política de seguridad nacional del batallón 316 vuelve a la Honduras de hoy. De nuevo la patria se llena de sangre.
Lo indignante es la ilegalidad en la que actúan y la impunidad en la que se amparan estos asesinos de la democracia. El fraude en las el ejercicio del sufragio, el robo en el conteo de votos por parte del TSE, la especulación internacional, los saqueos, la inoperancia policial ante estos actos y finalmente el toque de queda ilegalmente declarado por que es una actividad exclusiva del presidente y no de un consejo de ministros. Una obra bien orquestada para desmovilizar a la población que defiende su voto.
Regresión histórica
Con los acontecimientos de anoche, puede usted ver los videos en las redes sociales ya circulando, el ejercito —y las fuerzas armadas en general— volvió a confirmar su maldad y servilismo al dinero y poder en Honduras y, con ello, volvemos a la década de los ochentas, años oscuros de entierro, encierro y destierro para todo aquel que no siga la línea oficialista. Y en la ejecución de ese programa el batallón 3.16 fue experto y sus creadores siguen ahora como diputados y asesores del partido nacional.
El mismo partido que —en manos de los militares en todo el siglo pasado— impuso la muerte hoy nos impone el toque de queda, y nos limita las garantías constitucionales y le da luz verde a sus perros de garra (militares) para que, como ayer en los ochenta, acosen al pueblo, diezmen al pueblo y sometan al pueblo.
La vuelta al pasado es dolorosa, se nos vienen los rostros de los desaparecidos, de los torturados, de los en el exilio. Honduras se vino a lo más bajo por la ambición de un grupusco de indignos a los que el dinero y el poder les hincha el hígado. Sin duda alguna la muerte oficial se pondrá a la orden del día y la investigación se hará imposible por que los avala y protege el estado de sitio.
Ahora no hay duda siento el mismo miedo que sintieron en los ochentas los y las compañeras que se opusieron a la dictadura militar. A sus balas y a sus expertos torturadores que hoy son diputados en el Congreso Nacional. La muerte para los opositores a Juan Orlando Hernández y el partido nacional la tenemos cantada.
Lo que sigue es un golpe de estado técnico
Por como pintan las cosas, y siguiendo la lógica de los acontecimientos lo que sigue en Honduras es un golpe de estado técnico promovido por la cúpula de poder y que tendrá como rostro a las fuerzas armadas aunque, de sobra sabemos, el poder seguirá en las manos de los que acá controlan el dinero, la política, los medios de comunicación y las religiones.
Lo que habrá es una distribución de roles que hará que las fuerzas armadas, habidas de poder, salgan como defensoras de la patria, nos vendan la farsa de la seguridad militar y se violente las garantías constitucionales, como lo pueden constatar en los videos de las redes sociales, en nombre del estado de derecho y la seguridad de los otros y otras.
Juan Orlando puede estar pasando por el peor momento de su gestión, aunque parezca lo contrario, y eso justifica el golpe técnico. La derecha hondureña puede que ya se de cuenta que la imagen de Juan Orlando les esta causando demasiados problemas y por ello, presiento yo, el golpe técnico se hace necesario, si se puede vender como una salida honrosa, puede limpiar la imagen del partido, de las empresarios que se prestaron para el juego de los saqueos y para satisfacer la necesidad de poder de una fuerza armada que cobra protagonismo imaginándose los fondos de la tasa de seguridad ciudadana para ella sola.
Vamos para peor
La cosa se va a recrudecer, el acto violento de los militares anoche, el asesinato del joven que fue lanzado por la borda del puente, y los muchos otros videos de las atrocidades que nos están llegando son la prueba. La muerte sumaria y clasificada de los escuadrones de la muerte se pone en juego desde ya y muchos, pero muchos, vamos a pagar las consecuencias.
La concentración de poder es absoluta y las armas están sedientas de sangre. La ausencia de los organismos internacionales creíbles y la presencia de los dañinos están causando más conmoción en la población. Honduras camina a la insurrección y eso, penosamente, solo es el camino de muerte para los pobres mientras los ricos se harán más ricos dentro o del otro lado de la frontera. Y ustedes, si ustedes los que leen este articulo ¿que harán por Honduras?
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Héctor Efrén Flores es abogado. Trabaja para una fundación de educación en Honduras. Es poeta regional y ensayista escribiendo sobre la resistencia en contra la opresión. Lo puedes seguir en Twitter: @hefrenf.