I.
Para el año 2001, recuerdo que era verano, yo tenía 23 años y trabajaba en Drug Emporium, una farmacia en Union City, New Jersey. Si eres como yo, ya te ubicaste en el tiempo y te fija’te que estábamos a punto de pasar por el ataque de las torres gemelas. Anyways. El asunto es que parte de mis tareas en la farmacia era atender el pasillo de las medicinas. Un buen día, mientras arreglaba la sección de las Tylenol, escucho una voz un poco áspera a mis espaldas que me pregunta en español: joven, ¿dónde tiene las pastillas Vicks para la garganta? Al voltearme veo a este caballero de melena blanca, fuerte aún, pero con bastón, que reconocí inmediatamente y antes de responderle sonreí, lo señalé y comencé a cantarle: “Mi gente, ustedes…”. Era Pacheco. Al cantarle quería que supiera que yo sabía que el tema había sido escrito por él, aunque lo pegó Lavoe. Su sonrisa me lo confirmaba. Aunque su sonrisa también parecía de sorpresa porque ahí estaba este zorro viejo siendo reconocido y respetado por este chamaquito, que, aunque tenía 23, siempre se ha visto más joven de lo que es.
II.
A finales del 50, en el Bronx, había un club que se llamaba Triton. Allí tocaban varias orquestas que ya estaban montadas para ese entonces como la de Charlie Palmieri, Johnny Pacheco, Barry Rogers, entre otras. Al Triton iba Al Santiago, dueño de Casalegre, quien soñaba con crear una All-Stars para ponerla a sonar como la Cuban Jam Session de Julio Gutiérrez. Con esto en mente y después de varias reuniones en 1961 salió al mercado la Alegre All-Stars vol. 1. La crema del momento. Charlie, Pacheco, Kako, Dioris, Yayo, Chombo, Rudy, Barry, Julián, Marcelino y Bobby. Todos directores de orquestas. Un palo. Santiago había logrado la fundación de la salsa niuyorkina. Sin embargo, su éxito se había logrado antes del elepé ya que por varios meses los muchachos estuvieron tocando todos los números en el Triton y la gente se los sabía. La producción lo que hizo fue regalarnos, para la posteridad, la experiencia que vivía el público cada noche tras verlos tocar. Lamentablemente el éxito duró poco y la historia sobre la Alegre All-Stars ha quedado marginada de la historia por muchos años.
III.
El jueves 18 de febrero se celebró Premios lo Nuestro, una actividad bastante monga by the way. En ella se sacó un momento para homenajear a Pacheco quien había fallecido unos días antes. Gilbertito y El Canario estuvieron a cargo de las interpretaciones en memoria de El Maestro. Not bad. Antes de esto Marc Anthony había ofrecido unas palabras, un tanto débiles, hacia la figura de Pacheco. No dijo más. Y de pronto pensé: coño, Marc, ¿tú no representas la salsa? Cano Estremera y Tito Rojas murieron en el 2020, uno en octubre y el otro en diciembre. Y ya que te estaban dando el espacio, ¿no pudiste elevar unas palabritas también para estos que fueron antes que tú? ¿Qué fue, estos dos eran muy calle pa ti?
IV.
Cuando Al Santiago sacó el 1er volumen de la Alegre, decidió poner en los créditos a Charlie como el Director Musical. Esto a Pacheco le molestó tanto que renunció y se fue para jamás volver. Poco después se encontró con Masucci y formó La Fania. El resto es historia; una con luces y sombras, que no pienso analizar aquí. Sin embargo, algo de esta historia que no se discute mucho es cómo Masucci y Pacheco le compraron a Santiago todo su catálogo y lo engavetaron. Santiago estaba más enfocado en crear buena música que en las tendencias del mercado, así que su sello Alegre Records estaba en quiebra. Pacheco y Masucci terminaron comprándoselo a precio de pescao abombao y justo después de tener este control fue que “apareció” La Fania All-Stars, bajo la misma idea que había implantado Santiago diez años antes. Desde ese momento en adelante Pacheco se adjudicó la dirección orquestal de La Fania y logró muchas cosas para la salsa, cosas por las cuales se le ha recordado en estos días.
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A los nuestros uno los recuerda, los celebra y no los olvida, pero tampoco de manera acrítica mi pana. A mí me irritó muchísimo cómo las redes se llenaron repitiendo loas ad-nauseam sobre la figura de Pacheco. Y mira, de la Alegre All-Stars a Fania All-Stars un paso es. Yo siempre creí que esta movida de Pacheco fue intencional y buscaba tachar la historia de Al Santiago y los muchachos. Y celebrar a El Maestro sin tomar esto en consideración es ser cómplice de su fechoría. Yo no estoy pa eso. Y me pregunto: ¿podemos ser adultos al respecto o vamos a tomar ofensa por lo que estoy planteando? Nuestros héroes también son humanos y a mí me parece que un homenaje más certero es celebrarlos en toda su humanidad. Rest in power, Maestro.
https://www.youtube.com/watch?v=V27JLXiqjWI
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Referencias
Boggs, Vernon. Salsiology: Afro-Cuban Music and the Evolution of Salsa in New York City. New York: Greenwood Press, 1992.
Flores, Juan. Salsa Rising: New York Latin Music of the Sixties Generation. New York, NY Oxford University Press, 2016.
Rondón, César Miguel. El libro de la salsa. Crónica de la música del Caribe urbano. Colombia: Ediciones B, 2004.
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Rafael Acevedo-Cruz nació en Santurce, Puerto Rico, y ha vivido en el área tri-estatal, América Latina y Puerto Rico. Recibió una licenciatura en historia de la Universidad de Puerto Rico-Río Piedras, donde en 2013 comenzó sus estudios de posgrado. Sus intereses académicos se enfocan en el estudio cultural de la música popular y la historia de Puerto Rico. Twitter: @RAFO_One.