Los actores de las telenovelas de la cadena Telemundo en Miami están a punto de votar para afiliarse al afamado sindicato nacional de actores SAG-AFTRA.
Hace casi 80 años, algo muy similar ocurrió en Hollywood. Un puñado de valientes actores se enfrentaron también a los poderosos dueños de los estudios de cine, logrando crear el sindicato de actores llamado el Screen Actors Guild.
Las razones que tuvieron aquellos actores profesionales en el año 1937 para aspirar a unirse a un sindicato siguen siendo las mismas que las del 2017: lograr mejorar sus condiciones laborales y poder negociar una compensación justa por su trabajo artístico.
Cuando Olivia de Havilland triunfó en Gone with the Wind en 1939, Warner Bros. le negó firmarse con otra productora. Fue entonces cuando de Havilland demandó al omnipotente estudio y le ganó. La diva inició así la era del contrato artístico con plazo definido.
Del mismo modo, cuando Jimmy Stewart negoció su contrato de la película Winchester ’73 en 1950, le exigió a Universal Pictures recibir parte de su salario con la ganancia bruta de la taquilla. Esa fue la primera vez que un actor utilizaría su propio “star power” para su lucro personal, algo muy común en la industria del cine hoy en día.
Desde entonces, el sindicato de actores introdujo el pago de regalías en la televisión, instauró el fondo de pensión y retiro, ofreció seguro médico e innumerables normativas de protección laboral dentro y fuera del set que hoy enriquecen la vida del actor profesional afiliado a SAG-AFTRA en cine, radio, televisión y otros afines en EE.UU. y globalmente.
Ahora, cuando Telemundo exhibe una película de SAG-AFTRA doblada al español, sus artistas puntualmente reciben regalías por esa transmisión. En cambio, cuando Telemundo muestra una de sus telenovelas dobladas a 35 idiomas, en más de 100 países del mundo, los actores hispanos no reciben ni un solo centavo. Peor aún, las condiciones de trabajo que enfrentan estos actores en el set no son las mejores: los horarios laborales son abusivamente extensos, las horas extras y los días de descanso no son respetados ni remunerados.
Al presidente de Telemundo, Luis Silberwasser, le parece perfectamente válida esta situación y le ha pedido públicamente a los actores de “la familia Telemundo” que se nieguen a votar afirmativamente para ser representados por SAG-AFTRA.
Está claro que el Sr. Silberwasser no entiende que la vida de un actor depende siempre de su propia capacidad de crear un valor añadido en su carrera, que le permita, entre otras cosas, subsistir adecuadamente entre proyectos televisados.
Esta particularidad no solamente tiene que ver con que el actor profesional reciba una compensación adicional por cada exhibición de su imagen en cámara (las regalías), tener un seguro médico o contar eventualmente con un retiro decente. Esto significa que el actor profesional de carrera tiene la obligación de ir forjándose una figura artística que poco a poco se fomente, se cotice, logre reconocimientos y que ultimadamente trascienda a otros medios de la industria nacional e internacional.
El actor de telenovelas no sólo quiere sobrevivir, sino crecer profesionalmente e inclusive optar por los ilustres premios que le ofrece la industria de la televisión y el cine en Estados Unidos. ¿Qué actor profesional en su sano juicio no aspira a ganarse un Emmy, un SAG Award o un Oscar?
No es una casualidad que estos codiciados trofeos sean dominados por actores que pertenecen a SAG-AFTRA, ya que los jurados que seleccionan a los actores postulados a esos galardones son a su vez conformados, en su gran mayoría, por actores profesionales pertenecientes a SAG-AFTRA.
En ese sentido, es muy poco probable que los actores hispanos de Telemundo se conformen sólo con aspirar a ganarse un Premio TV & Novelas por una razón muy simple: no tendría el mismo brillo que un Emmy, a la hora de ser considerados para un papel importante en un proyecto determinado, en una industria global tan competitiva.
De la misma forma que el Sr. Silberwasser como ejecutivo profesional recibe una bonificación monetaria adicional, cada vez que Telemundo conquista los ratings de teleaudiencia dentro y fuera de Estados Unidos, aquellos que le hacen realidad ese éxito —los actores profesionales— también deberían recibir algo adicional y tangible a cambio de su trabajo.
Todos en la cama o todos en el suelo.
Ya es hora que los actores de Telemundo hagan su tan anhelado crossover y entren al siglo XXI. Como sus colegas pioneros lo hicieron en 1937, unir voluntades para darse el lujo de gozar plenamente de los frutos de su talento y trabajo artístico, dentro y fuera de Estados Unidos, en el épico sindicato nacional de actores de SAG-AFTRA.
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Conocido como La Voz de las Américas, Hernán de Béky es uno de los artistas de voz comercial en español más exitosos. La voz de Hernán se escucha diaramente en anuncios, promociones y tráilers de películas. Tiene más de 400 películas en su portafolio. Ha ganado varios premios, incluyendo tres Emmy Awards y un premio Clio. Hernán dirige el comité de medios en español para SAG-AFTRA. Hernán lleva 29 años como orgulloso miembro de SAG-AFTRA.